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Homosexualidad: Perspectiva Biblica

UNA IGLESIA BÍBLICA

Asimismo, los pocos pasajes de la Biblia que son citados como prueba de que la homosexualidad es un pecado, han sido malinterpretados o mal traducidos. El excesivo énfasis sobre algunos textos poco conocidos de las sagradas Escrituras, puede causar que la gente descuide el tema principal de la Palabra de Dios, el cual es: DIOS NOS CREÓ Y NOS AMA A TODOS Y TODAS como somos, pero siempre nos invita a ser mejores, lo cual es expresado con pasión, y exige de nosotros solidaridad y justicia con los marginados de cualquier manera, incluso por cuestiones sexuales.

Parece oportuno mencionar los pocos pasajes de la Biblia Hebrea, que hacen referencia a temas que aparentemente condenan a la homosexualidad.


LOS TEXTOS GARROTES

Génesis 19:1-29. Condena la violencia y el intento de abusar sexualmente a dos ángeles visitantes en lugar de ofrecerles hospitalidad.

Deuteronomio 23:17,18. 1° Reyes 14:24; 15:12; 22:46. 2° Reyes 23:7. Job 36:14. Las versiones maltradujeron “kadesh” que significa “santo, apartado para Dios” como “sodomita”. Asimismo, en la Biblia Hebrea el sustantivo masculino (“qadeshim”) que se utiliza seis veces (en los textos de Reyes) para referirse a la prostitución masculina.

Levítico 18:22; 20:13. Las únicas prohibiciones de relaciones sexuales entre varones ocurren en el Código de Santidad, el mas tardío (Lev 18:21 al 20:13), es decir, durante los primeros ocho siglos de su historia, desde Moisés (1300) hasta la época pos-exílica (538), no existió tal prohibición. Asimismo, lo mas rescatable es que la prohibición del acto es mencionado en un contexto (con otras prohibiciones) en que se procura maximizar la procreación (no tener sexo con mujeres menstruantes o con animales). Finalmente, las dos prohibiciones se dirigen a varones israelitas libres, las leyes no se dirigen a esclavos (que no tenían opción en el uso/abuso de sus cuerpos), ni prohíben relaciones entre un varón libre y su esclavo. Siendo el acto de penetración entre dos varones libres calificado como una “abominación” (Lev 18:22; 20:13) y ambos deben sufrir la pena de muerte (20:13), aun si uno de los varones sufrió una violación o se trata de un caso de abuso de menores. Sin dudas, los textos reflejan la ideología sexual patriarcal: el pecado en ambos textos consiste en no mantener la pureza del genero masculino, con su dignidad y honor superior, y de “mezclar” lo masculino y lo femenino (inferior).

Las 39 referencias a Sodoma en la Biblia Hebrea. Estas referencias denuncian la violencia, injusticia y la opresión. Ezequiel 16:49,50 denuncia a Jerusalén haciendo referencia a Sodoma 49 He aquí, esta fue la iniquidad de Sodoma, tu hermana: (1) arrogancia, (2) glotonería/gula [pan de sobra] y (3) apatía tuvieron ella y sus hijas [otras aldeas en su órbita]; (4) y no fortaleció  la mano del pobre-oprimido y del indigente; 50 (5) sino se llenaron de soberbia (6) e hicieron abominación delante de mí; y, al verlo, las destruí.

Con respecto a los textos del Nuevo Testamento, cabe señalar en primer lugar que al igual que la Biblia Hebrea, ninguno de ellos hace referencia a la “homosexualidad”, ni tiene en cuenta el concepto de “orientación sexual”, el cual esta clara y absolutamente ausente en el pensamiento de los autores bíblicos.

Romanos 1:24-27Pablo hace referencia y condena la codicia y lujuria (exceso de “pasión”) que se expresa en los actos sexuales de opresión y explotación del mundo gentil idólatra de la época, fuesen de actos: 1. Procreativos varones con mujeres (1:24); 2. De mujeres que se ofrecieron a varones para sexo “contra la naturaleza”, evitando la procreación (1:26), o 3. De explotación de esclavos, prostitutos y jóvenes por medio del coito entre varones (1:27). Es destacable, que Pablo nunca se refiere al amor (comparar con Romanos 13:8-10), y no hace ninguna referencia al “pecado”, sino que trata a las pasiones y actos sexuales bajo la categoría cultural de impureza, suciedad, inmundicia” (1:24) (cuando el semen o la sangre salen del cuerpo, las personas quedan “inmundas/sucias/impuras” y descalificadas para entrar en el Tabernáculo/Templo y participar en el culto).

1 Corintios 6:9-11 y 1 Timoteo 1:9,10Estos textos no hablan de orientación sexual, ni de amor, ni de homosexualidad, sino que se utilizan dos términos: malakoi (“suaves”) y 'arsenokoítai (“cama-varones”). Malakoí, en Mateo 11:8 y Lucas 7:25 se refiere a la ropa y veces era una metáfora para varones indisciplinados o “afeminados”. Sin embargo, en la antigüedad “afeminado” podría describir un varón que tenía frecuentes relaciones sexuales con mujeres o pasaba demasiado tiempo en compañía de ellas.  Además, en casi toda la historia de la iglesia, malakoí ha sido mal interpretado como una condenación de la masturbación. Por otro lado, 'arsenokoítai es una palabra rara cuyo significado preciso ha sido disputado por siglos, es una palabra compuesta:  varón(es) + cama. “Cama” no es literal, sino que señala algún tipo de actividad sexual. Así, según los últimos estudios, 'arsenokoítai parece señalar relaciones sexuales abusivas, en contextos de explotación y opresión, y relacionadas con la compra o el robo de muchachos para ser esclavos trabajando en la prostitución masculina.
La traducción del término 'arsenokoítai como homosexual es inadmisible debido a que:
- “homosexual” incluye a mujeres (lesbianas) y “cama-varones” se limita explícitamente a varones;
- “homosexual” es una palabra que surge en 1869 (en alemán) para designar la “orientación sexual” (un concepto científico moderno); pero “cama-varones” solamente se refiere a cierta actividad sexual abusiva de varones, sin tomar en cuenta su orientación sexual;
- “homosexual” no señala específicamente ninguna práctica sexual: varones y mujeres, heterosexuales y bisexuales, también podrían involucrarse en el  negocio con esclavos y en la prostitución que 1 Tim condena como vicios. Pero muchas personas de orientación homosexual se abstienen de toda actividad sexual, sobre todo de la sexualidad abusiva de 1 Tim 1:10.
Finalmente, 1 Cor 6:9 Pablo trata de las pasiones y actos sexuales bajo la categoría de “injusticia/opresión (adikia)” señalando que todo lo que sigue en la lista, son ejemplos de abuso de poder para oprimir y explotar personas mas débiles.
La referencia a la idolatría de los opresores (1 Cor 6:9) también constituye el contexto de los actos injustos condenados en Lev 18 y 20 y Rom 1:18-23, 25.

Judas 7. De las 48 referencias a Sodoma en la Biblia, ninguno de los 39 textos de la Biblia Hebrea interpreta su pecado en términos sexuales y Judas 7 es la única en el Nuevo Testamento que lo hace. Sin embargo, Judas 6-7, al reconocer la dimensión sexual del pecado a la vez hace explícito que el fallo sexual era de procurar violar sexualmente a ángeles (“carne diferente/extraña” en el griego).

Últimamente, eruditos y biblistas conservadores han reconocido la manipulación de los textos en cuanto a su traducción o interpretación incorrectas, y han intentado apelar a un paradigma biológico y/o sistémico en la lectura de Génesis 1 y 2. Allí intentan argumentar que Dios creó solo dos sexos y que lo hizo no solo para la procreación sino también para complementarse mutuamente en el matrimonio.

Cabe señalar que si nos planteamos que las relaciones sexuales son solo para procrear, hoy en día, cualquier pareja “heterosexual” obstaculiza “contra naturaleza” mediante los diversos métodos de contracepción. En este caso no entraremos en lo complejo de sobrepoblación en una gran parte del mundo.

Por otro lado, la “complementariedad” de género es producto del romanticismo del siglo XVIII y XIX, y para nada aplicables a los textos bíblicos, en los cuales las relaciones de género comúnmente eran jerárquicas y no complementarias.

Obviamente, para aquellos en que la homofobia esta enquistada (ya sea por ideología, auténtico prejuicio religioso, intereses políticos o económicos) podrán seguir buscando en los textos bíblicos excusas para sostener su xenofobia, misoginia y machismo/feminismo a ultranza, incluso como se ha planteado últimamente en algunos espacios de espiritualidad, que todas las parejas sean heterosexuales y homosexuales tienen la “obligatoriedad” de procrear o tener hijos/as adoptivos.


LOS TEXTOS POSITIVOS

MCC-ICM si bien plantea la necesidad de una hermenéutica (y exégesis) que tenga al paradigma histórico-crítico y la teología liberadora como estandartes, además del análisis bíblico de los conocidos “textos garrotes”, también encuentra la presencia de pasajes positivos para las minorías sexuales.

David y Jonatan. Si bien sería premeditado asegurar la existencia de una relación homosexual entre estos dos personajes. Ningún biblista serio podría negar la “relación especial” entre David y Jonatan. A través de toda su existencia realizaron varios pactos (al estilo de pacto matrimonial). Han varios pasajes que podrían citarse parece oportuno mencionar la declaración de David al momento de la muerte de Jonatan: “tu amor fue para mi mas maravilloso que el amor de las mujeres” (2 Sam 1:26) y sabemos que David tenia punto de comparación ya que tenía 8 esposas y 10 concubinas. Asimismo, la declaración de Saúl, deja en evidencia la visión de un padre bastante homofóbico (1 Sam 20:30): “Saúl se enfureció con Jonatán: ¡Hijo de mujer perversa y rebelde! ¿Crees que no sé que escogiste (bakhar) al hijo de Isaí, para vergüenza tuya y para la vergüenza de la desnudez de tu madre?” Otra vez, este texto no confirma la existencia de una relacion homosexual, pero vemos como Saul relaciona el comportamiento de su hijo con la esfera sexual.

Rut y Noemí. En primer lugar, cabe destacar como el prejuicio machista no siempre hace mención que el libro de Rut pudo haber sido escrito por una mujer. Hay varios puntos interesantes con respecto a este libro, que si bien es una historia de amor, no es entre Rut y Boaz, esta relación, lejos de ser amorosa, es más bien un asunto de preservación de la descendencia y la tierra de la familia, lo que si esta mas que claro, es que el libro presenta el mas conmovedor de los pactos de amor y fidelidad, que Rut expresa a Noemí (y no por Boaz) y que hoy en día es utilizado en prácticamente todas las bodas heterosexuales “Porque dondequiera que tu vayas, yo iré, y dondequiera que tu habites, habitaré, tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, será mi Dios. Donde tu mueras, moriré yo, y allí seré sepultada. ¡Que me castigue Dios con toda severidad si me separase de ti algo que no sea la muerte” (Rut 1:16,17).
En ambos casos, lo importante no es probar la existencia de una relación homosexual/lésbica, sino presentar que ante la existencia de dudas en cuanto a la interpretación de distintos textos bíblicos, eruditos argumentan para sostener algunas cuestiones que se podrían juzgar hasta “fantasiosas”, sin embargo en estos vínculos tan “especiales” entre David y Jonatan y entre Rut y Noemí, pocos son los que presentan, y no decimos el hecho consumado, sino la posibilidad de un relación “mas que de amistad” entre los/las involucrados/as.

Jesus y la homosexualidad. Uno de los aspectos mas sólidos de la inclusión de todos y todas en el Reino de Dios, es que Jesús no solamente evita condenar relaciones homoeróticas, sino que el pasaje en que comisiona a los doce (Mateo 10:11-15 y Lucas 10:8-12) condena a Sodoma por su falta de hospitalidad. He incluso al toparse con un centurión con una “relación especial” con un joven, no se dedicó ni a investigar el vínculo, ni a censurarlos, sino que lo elogió por su fé. Asimismo, su relación especial con el discípulo amado, el profundo amor para con tres personas solteras (o solterones) Lázaro y sus hermanas, Marta y María, a quienes no juzga, ni les exige que se casen y procreen y muchas otros pasajes, en los cuales podemos observar relaciones que si bien no podemos asegurar que son homoeróticas, tampoco podemos tener la total certeza de que son relaciones heterosexuales.

Uno de los pasajes que merecen una mención aparte es el que aparece el en Evangelio de Mateo capítulo 19 versículos 10-12. Algunos cristianos afirman con todo convencimiento, que Dios no creó a los homosexuales “así como son” y citan las palabras de Jesús en el mismo Evangelio capítulo 9 versículos 4 y 5, donde responde a una pregunta sobre si es permitido el divorcio: “Respondiendo El, dijo: ¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, y añadió: Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?”. De estas palabras, algunos cristianos sacan la conclusión de que la heterosexualidad es la “norma de la Creación”, y que por tanto, el matrimonio heterosexual es el único medio legítimo por el cual la gente puede formar relaciones amorosas. Irónicamente, las propias palabras de Jesús en el mismo pasaje bíblico, refutan tales conclusiones.

Los discípulos de Jesús continúan el diálogo y se mortifican por sus estrictas enseñanzas sobre el divorcio y dicen que si el divorcio no es una opción, quizá mejor convendría que el hombre no se casara con una mujer y Jesús responde: “No todos pueden aceptar este precepto, sino sólo aquellos a quienes les ha sido dado. Porque hay eunucos que así nacieron desde el seno de su madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y también hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte.”  (Mateo 19:11-12).

Jesús identifica tres clases de hombres (eunucos) que no debieran casarse con mujer: como tercer grupo están aquellos que se hicieron a sí mismos “eunucos” por causa del Reino de los cielos, lo que hoy conocemos como personas célibes, que para servir a Dios “optan”, aunque mas adelante Pablo diría que “tienen el don” para abstenerse de relaciones sexuales (sea con mujeres o con varones), como segundo grupo, menciona a quienes “fueron hechos eunucos por los hombres”, en una aparente referencia a los varones que eran castrados, muy típico en aquellos que acompañaban el harén del rey. Pero Jesús menciona como primer grupo a los eunucos que así nacieron. Algunos podrían argumentar que Jesús se refería a los varones que nacen sin testículos, pero esto sería extremadamente raro. Más aún, esta interpretación ignora cómo el término “nacidos eunucos” se usaba en otra literatura de la época.

En el mundo antiguo, incluyendo a la Antigua cultura Judía (como lo refleja el Talmud), a los eunucos “naturales” o “de nacimiento” nunca se les asoció con la falta de testículos, en vez de ello, se referían a las características estereotipadas del afeminamiento y la conducta amanerada (como con muchos hombres gay de la era moderna). Más aún, los eunucos eran asociados comúnmente con el deseo homosexual.

Como una persona razonablemente informada en su tiempo, Jesús tuvo que haber sido consciente de esta forma común de ver a los eunucos. Y con todo ello, afirma categóricamente que algunas personas simplemente son así de nacimiento. Las implicaciones de sus afirmaciones son profundas – Dios creó a las personas homosexuales tal como son. Jesús así lo afirma.

Jesús NO siente necesidad de “curar” a los eunucos que son así de nacimiento. Jesús NO habla palabras de condenación. En vez de ello, nombra a las personas nacidas homosexuales junto a otras de honroso nivel (eunucos a causa del reino de los cielos), y los acepta como parte natural del orden de la Creación de Dios.

Entonces, cuando Mateo 19 se lee en conjunto, vemos que Jesús enseña que la mayor parte de las personas fueron creadas para el matrimonio heterosexual (y nosotros aceptamos esto como el paradigma predominante de la creación de Dios). Pero, a diferencia de algunos cristianos modernos, Jesús no ve a la heterosexualidad como la única forma honorable de vivir. Él reconoce que algunos seres humanos han sido creados por Dios para seguir un camino quizá no tan común, pero igualmente legítimo. Hay algunos que han nacido así del vientre de su madre –y hechos así por Dios.